Galicia empresarial

Los periódicos del jueves pasado acogían en sus páginas dos noticias de la Galicia empresarial protagonizadas por dos empresas, Inditex y el Grupo Cortizo.  

La primera informaba de los logros alcanzados por Inditex en los nueve primeros meses del año. Nada nuevo. Esta empresa, concebida por su fundador en una tienda del centro de A Coruña, va pulverizando sus propias marcas, no solo en ventas y beneficios, también en número de tiendas en el mundo –como en la España de Felipe II, en sus dominios no se pone el sol–, en comercio en la red y en su capacidad de crear productos que marcan tendencia y satisfacen las necesidades de un público heterogéneo y exigente. Su modelo de gestión y asombrosa trayectoria son estudiadas en las escuelas de negocio de todo el mundo.

La segunda noticia comunicaba que el Grupo Cortizo representará a Galicia compitiendo por el “Premio Emprendedor del Año” creado por Ernest & Young que se entregará en febrero en Madrid. Cortizo también nació de un pequeño taller con 5 empleados que su creador convirtió en una compañía líder en el sector del aluminio con factorías en los cinco continentes y 3.300 trabajadores. La visión del empresario y el trabajo del equipo humano, con la innovación e incorporación tecnológica al proceso productivo son la clave del éxito de la empresa que tiene asegurada su continuidad en las hijas del fundador.    

Ambas compañías son criaturas de dos empresarios de vocación, capacitados, dinámicos y valientes que en su día arriesgaron ahorros y patrimonio, salieron a la calle a la cita con una competencia feroz y trabajaron a destajo para fabricar productos adecuados a los gustos y necesidades de un mercado cambiante y exigente. Con su dinero y su esfuerzo, además de situar a sus empresas en la cima del éxito, crearon empleos y riqueza para miles de familias con efectos multiplicadores en Galicia y en el mundo.

Así son los empresarios. Se atribuye a Winston Churchill la expresión “muchos miran al empresario como un lobo que hay que abatir; otros como la vaca que hay que ordeñar; pero muy pocos lo miran como el caballo que tira del carro”.

Del carro de la economía tiran Inditex y el Grupo Cortizo. Igual que Coren, Gadis, Estrella Galicia, Escurís, Leite Río, Froiz, Arenal, Cristalería Pontevedresa, Castrosua, Televés  y muchas más marcas gallegas -y pequeños autónomos-, todas criaturas de empresarios excelentes, comprometidos con el progreso de Galicia, que sobresalen a tanta mediocridad política reinante. Merecen nuestro reconocimiento, admiración y, sobre todo, agradecimiento

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