El Xacobeo 21-22

En los albores del Año Jubilar rescato de una estantería “El Camino de Santiago. Guía del Peregrino” (Everest, 1985), la guía de cabecera para el reencuentro con el Camino a Compostela que tiene dos fortalezas imbatibles.  

La primera, su fidelidad al itinerario del Libro V del Códice Calixtino redactado por Aymeric Picaud en el siglo XII. La segunda fortaleza se la da su autor, Elías Valiña, el gran valedor del Camino que dejó en esta pequeña guía tanto amor por la ruta y tanta claridad expositiva en el texto e ilustraciones que la convierten en un “navegador en papel” imprescindible para el peregrino.  

Lo cierto es que con la llegada a Compostela en el siglo X de Gotescalco, obispo de Le Puy, el Camino de Santiago es una realidad en constante auge, aunque su apogeo se produce en el siglo XII. “Las masivas peregrinaciones, dice Elías Valiña, vitalizarán las  manifestaciones de la sociedad: cultura, arte y religión como legado de la cristiandad medieval en pro de una Europa de varios pueblos aunados por comunes principios”. 

En efecto, en el Camino nació el sentimiento europeo y fue la pieza maestra del ensamblaje del viejo continente. En torno a esta ruta, lugar de encuentros y foco de religiosidad y cultura, se reafirma la unidad del mundo cristiano, se desarrolla el comercio y se acercan los pueblos con la mirada puesta en la meta, el sepulcro del Apóstol.  

Años después, la magia del Camino entró en una larga decadencia. El intento de recuperación en los sesenta del siglo pasado tuvo poco éxito y los años santos quedaron circunscritos al ámbito religioso de carácter local. 

Hasta que apareció Víctor Vázquez Portomeñe que recogió el testigo dejado por Elias Valiña y alumbró el proyecto más singular de los habidos en Galicia para “reabrir” el Camino e impulsar el Año Jubilar. Sostiene el ex conselleiro de Cultura que “O Camiño de Santiago foi a fragua donde naceu a concencia cultural de Europa da que derivan valores como a dignidades das personas, a igualdade e a misma democracia. O Camiño e unha ruta de fe, de cultura e de economía, Santiago a meta a alcanzar e Galicia a rexión de España máis europeísta”  

Con este soporte ideológico nació el Xacobeo 93 que vino a ser el gran dinamizador económico, cultural y social, sin perder su condición espiritual para quienes peregrinan por creencias religiosas.  

Estos son los valores que la historia otorgó al Camino, a todos los Caminos, una realidad transversal compartida por toda Galicia, el Estado, las comunidades que atraviesan y por Europa. Esa transversalidad hará que por la Ruta Jacobea vuelva a “peregrinar” la savia española y europea que impulse la recuperación sanitaria, económica y social de Galicia.

El Xacobeo 21-22

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