A Beatriz Sestayo Doce

Ati, mujer valiente, mujer luchadora que haces de cada día una lucha teniendo por bandera a tu sonrisa. Para ti hoy es mi homenaje porque nadie supo hacer de cada batalla su propósito para continuar a pesar de las tormentas. Para ti hoy es mi admiración porque puedes ver la luz cuando aparecen las tinieblas. Tú has tenido  la valentía de haber luchado en contra de Reganosa. Una regasificadora que entró en funcionamento en el año 2007 en el interior da Ría de Ferrol. Reganosa transforma y almacena máis de 350.000 metros cúbicos de gas natural licuado que descargan grandes buques, el equivalente a 12 millóns de bombonas de butano. 
La gigantesca y peligrosa instalación está situada al lado de las casas da parroquia de Meá, en el ayuntamiento de Mugardos, y a 1200 metros del núcleo urbano de Ferrol y del Arsenal Militar de Ferrol, sin ningún tipo de barrera que los pueda proteger en caso de accidente. Pero, por si no fuese bastante este peligro, resulta que la planta de gas tiene al lado unos almacenes de hidrocarburos y unha fábrica de colas que pertencen a la empresa Forestal del Atlántico. Unha verdadera bomba de relogería en espera del momento de explotar!
También has denunciado en multitud de ocasiones la precariedad a la que conducen a muchas personas los recortes de derechos y del Risga por parte del Gobierno de Feijóo. 
Para frenar situaciones que considerabas dramáticas, poniendo a disposición de los ciudadanos un nuevo recurso de asesoramiento jurídico para reclamar unas prestaciones de la Xunta para personas sin recursos que están tardando entre diez y doce meses, y que, según tú, en muchas ocasiones se están denegando de forma arbitraria e injusta. Mujer luchadora e incansable igual que Emilia Pardo Bazán por el derecho de las mujeres marginadas. Lo que importa no es definir al diablo en teoría, sino luchar en este mundo contra lo diabólico. Necesitamos una revolución de las conciencias y de los corazones.
Nadie puede acumular legítimamente riquezas que no sirven para su sustento material y social, pues, como dijera San Juan Crisóstomo, la riqueza es hija de la injusticia, es fruto del robo. Las desigualdades son buenas y necesarias cuando suponen la base de la diversidad personal, social y moral, pero cuando la desigualdad es el fruto de la codicia, es un grave pecado que hace mal a quien acumula y a quienes sufren carencias por causa de la desigualdad. Es una pena que no se tenga más capacidad de reflexión, algo muy grave a lo que se suma, por ejemplo, el claro interés, por parte de algunos medios de comunicación de masas, en convertirlo todo en un lodazal, también la política. No interesa la reflexión, no interesa el pensamiento. 

A Beatriz Sestayo Doce

Te puede interesar