Todo abierto

falta un día, más la jornada de reflexión, para que nuevamente nos encontremos ante las urnas con el objetivo de depositar nuestro voto y saber quiénes ocuparán los sillones tanto del Congreso como del Senado.

Quedan muy pocas horas para que los políticos intenten convencer a esos dos millones de votantes que no tienen decidido a quien otorgar su confianza en los próximos años. Y también tienen que convencer a los que se han situado del lado del abstencionismo, que pueden ser legión, y que producen grandes desazones a los hacedores y muñidores de encuestas para poder encajar los porcentajes y los números en los sondeos de opinión.

Soy de los que creo que después de las intervenciones de los líderes de los partidos políticos todo está más que abierto. Que se pelea puerta a puerta y voto a voto para convencer a los electores de que la opción que representan encabezando una lista es la mejor para el futuro de nuestro país, en estos momentos de impasse en el que se encuentra inmerso después de los intentos fallidos de formar gobierno.

Soy de los que creo que los líderes de las fuerzas principales que pugnan por constituir el Ejecutivo no están hablando claro a los ciudadanos. Dos temas de gran importancia en estos momentos como son el paro, que aumenta sin que se le ponga freno, y la ruptura de España, por medio del independentismo catalán al que pretenden unirse, cuando la ocasión sea propicia baleares y vascos, no están siendo tratados y analizados en profundidad por los líderes de los partidos. Algunos pasan de lado, de soslayo, o ignoran estas cuestiones para que el votante no se forme una opinión distinta de lo que persiguen y buscan. El voto es el voto y hay que salvaguardarlo hasta el domingo.

Soy de los que creo que todo está muy abierto y que el pueblo, que además de soberano es inteligente, el domingo dejará claros mensajes en las urnas para que los futuros parlamentarios y senadores hagan lo que tengan que hacer en aras de conseguir lo mejor para España. El país no puede seguir esperando y mucho menos entrar en nuevos meses de interinidad. Las negociaciones, los pactos, se hacen al sistema tradicional en torno a una mesa de diálogo y no a través de los medios de comunicación.

Todo abierto

Te puede interesar