Políticos fuera de la realidad

a los políticos lo mínimo que se les pide para desempeñar su puesto de trabajo es coherencia y respeto por las personas. Algo que por desgracia no está ocurriendo en estos tiempos tan difíciles que nos ha tocado vivir, confinados en nuestros domicilios y con la necesidad de luchar codo con codo para alejar de nuestros horizontes el virus asesino que nos rodea diariamente y que está llevando a la tumba a demasiados inocentes, a demasiadas personas que lo único que han hecho fue vivir y creer en las promesas engañosas de los políticos para combatir la enfermedad. 
Para mí en esta crisis, con una pandemia tan grave azotándonos en todos los rincones del planeta, los líderes políticos son todos iguales. Sus promesas están faltas de contenido y en ellos siguen imperando los intereses partidistas, frente a los generales de la población. Ninguno habla de concentrar esfuerzos como ocurre en otros países. Hoy me centraré en dos de ellos. El primero es el líder de los socialistas y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Responde lo que quiere a lo que se le pregunta y sigue utilizando textos ya escritos por otros autores y publicados para lanzarnos las soflamas por televisión, vacías de contenido, y a las que le sobra mucho metraje de minutos como si de una película se tratase. Y el otro es el máximo mandatario podemita y vicepresidente segundo del ejecutivo, Pablo Iglesias, que cada vez se parece más al doctor Jekyll y a míster Hyde. Sentado en el Consejo de Ministros piensa de un modo y luego en la calle alienta las caceroladas, que se han vuelto contra él. Los dos coinciden en tener dentro de sus respectivos hogares, esposa y compañera, positivos del virus mortal. Y los dos son tan inconscientes que no respetan las medidas de la cuarentena. Uno, Pedro Sánchez, por permitirle al otro, Pablo Iglesias, acudir a una reunión del Consejo de Ministros. El vicepresidente es reincidente cuando salió al lado del ministro de Sanidad hablado de forma partidista y partidaria. Y luego quieren que no se expanda el coronavirus, cuando ellos son cómplices y culpables de muchas cosas como, por ejemplo, la manifestación del día 8 de marzo.
 No he visto que ninguno de los que ocupan cómodos sillones en el Congreso y Senado, hablaran de no cobrar durante este período o rebajarse de forma ostensible el sueldo para destinar ese dinero a comprar material sanitario y a la contratación de más personal que atiendan en los hospitales. Lo único que he oído es a uno que se sienta en el Consejo de Ministros al que se le ocurrió una solución: rebajar el dinero destinado a defensa y para actos belicistas…( Sic). Supongo que la propuesta será asumida y refrendada por los órganos de dirección de su partido. Él solo no tiene capacidad para tanto. Ver para creer. Hay demasiados tontos que cobran de los Presupuestos del Estado, viajan en primera, y les hacen los test a domicilio.

Políticos fuera de la realidad

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