Cuando el máster vuela bajo…

hubo un tiempo en el que los másteres estaban reservados a muy pocos alumnos. Pocos licenciados y sus familias podían hacerles frente económicamente. Y fue cuando surgió aquella campaña de entidades bancarias que daban créditos que se tenían que devolver cuando el alumno tuviera su primer trabajo remunerado. Hay alumnos que hoy en día siguen pagando parte de aquellos préstamos. 
Muchos de estos alumnos fueron captados por la publicidad sugerente de los másteres en la que se decía que un porcentaje muy elevado de los participantes salían ya con puestos de trabajo. Y se decía aún más, que numerosas empresas estaban interesadas en estos alumnos para incorporarlos a sus plantillas. Casi todo es mentira.
Lo que en un principio fue una moda en los finales del siglo pasado se convirtió en un “café para todos”. O, lo que es lo mismo, que este tipo de cursos se incorporaban a las disciplinas de todas las universidades, tanto las públicas como las privadas. Fueron una forma de financiar económicamente a los profesores que los impartían que percibían por su trabajo una implementación de su nómina. También con el paso del tiempo la gran mayoría de los másteres cayeron en un pozo sin fondo y están muchos de ellos en la cresta de la ola por los problemas acarreados dentro de la clase política, en detrimento de los alumnos que los siguen según lo estipulado en las normas de convocatoria.
Hay un viejo dicho, que por viejo no deja de ser menos cierto, relacionado con el grajo, ese pájaro de la familia de los córvidos de tamaño mediano, color negro con pico y pies rojos. En la transmisión oral se dice que “cuando el grajo vuela bajo hace un frío del cara..”. Esto es lo que hoy en día se puede aplicar a los másteres cursados, o no cursados. por políticos que están siendo descubiertos a través de los medios de comunicación. El aire de la denuncia vuela demasiado bajo
En el momento actual de los tres descubiertos dos de sus protagonistas tuvieron que dimitir de sus cargos de representación o de elección. Y el tercero tiene sus barbas a remojar. Ahora es el único elemento a derribar por culpa de un máster. Veremos el tiempo que dura…
Lo que si es cierto es que las universidades tienen que revisar la proliferación de los másteres en muchos casos sin contenidos y proyecciones de futuro. Una gran mayoría de ellos sirven tan solo para hacer caja. Mi postulado sirve tanto para los presenciales como los que se desarrollar on-line. Los alumnos, la Universidad, los ciudadanos saldremos ganando. Seguir con la imagen patética de políticos tramposos en la realización de un máster y que abre los informativos de mayor audiencia, GHno beneficia a nadie.

Cuando el máster vuela bajo…

Te puede interesar