El Archivo Municipal y su presupuesto

Mucha tinta corrió sobre la aprobación de los presupuestos del 2016 por parte del municipio, entre dimes-diretes y reproches políticos, incluido él “y tú más”. Pues bien, echando un vistazo a aquellas desarraigadas cuentas, hay una mísera partida (que ya lo era antes y ahora peor) de 1.250 euros dedicada al Archivo Histórico Municipal. Si un año antes era de dos mil euros (ya entonces era una cantidad irrisoria) ahora es para echarse a reír como si fuese una película cómica en sesión continua. Con esa miseria, un Archivo que se precie no puede sobrevivir; no llega para gomas, lápices y bolígrafos y menos para el papel y tinta de las fotocopiadoras. Un presupuesto de 1.250 euros anuales representa algo así como unos 3,50 euros por día. Vamos que el Archivo Histórico debe vivir de milagro, porque otra cosa no se entiende.
¿Cómo se puede dirigir un Archivo Histórico como el coruñés con esa menudencia? Así es, funciona y lo hace a la perfección –milagros del personal–, gracias a su tenacidad, coraje y dedicación, que hacen lo indecible para que aquello marche viento en popa. Solo sus trabajadores pueden vanagloriarse de ello. Ni la Marea, ni los populares, ni el bipartito, antes dotaron a este Archivo de todo lo preciso; solo la valía de su personal hace que funcione bien y puedo asegurar que es uno de los Archivos de España que mejor lo hace.
Un archivo necesita comprar fondos, los cuales están a menudo en manos privadas y no hay presupuesto para ello, por lo que estos fondos se pierden, salvo que algún vecino comprometido con su ciudad haga una donación, de otro modo es imposible. Es de sentido común que los políticos velen por los intereses de la ciudad y el Archivo Municipal es la base primordial del depósito de nuestra historia colectiva.
Existe mucha documentación relativa a esta ciudad, pero se encuentra fuera de A Coruña, tanto en archivos nacionales, como internacionales y sobre todo en manos privadas. Al carecer de presupuesto no se pueden investigar y tampoco hay forma de adquirirlos, debido a que sus dueños no están dispuestos a desprenderse de ellos si no hay una compensación económica. Los políticos locales mucho tienen que aprender de las instituciones archiveras para dotar a esta de un presupuesto anual razonable. Es un patrimonio para el conocimiento de A Coruña.
Como colofón final, decir que los tres mil metros de la Fábrica de Tabacos serían suficientes para albergar un gran Archivo Histórico Municipal y un buen presupuesto sería ideal para ponerlo en el lugar que se merece. Una ciudad es respetuosa con la historia cuando sus moradores son conscientes de su propia historia.

El Archivo Municipal y su presupuesto

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