Atapuerca by Ferrol

He buceado hoy en internet en busca de trajes de explorador y no he apañado nada, más allá de lo que las filias sexuales de este mundo puedan aportar a la causa. Una cosa es necesitar cierto atuendo y otra, señores, que yo me vaya a la cama con un señor ataviada de esa guisa.
Además, mi intención está totalmente alejada de esta intención, se lo aseguro. Para dar mayor fe de ello, les explicaré el motivo de todo esto. Me parece necesario disponer de esta vestimenta porque tenemos la plaza de Armas que ni una excavación paleontológica en pleno auge. Me da que nos vamos a hacer otra Plaza de España y se me ponen los pelos como escarpias... 

Cuando era niña, vi varias fotografías de cómo era Armas en las épocas del obelisco y no negaré que, seguramente porque mi experiencia de vida personal, me gustaba más la estructura de la que teníamos hasta ahora. 

Así, con su cemento resquebrajado, con sus pintadas en el suelo y con esa incesante amenaza de que todo se viniese abajo y los coches del aparcamiento quedasen soterrados bajo los escombros de un destino más que predicho. 

Aún con todo, me gustaban las inmediaciones del ayuntamiento, repito, seguramente porque es lo único que he conocido en mis años de existencia y sinceramente, lo que estos días presencian nuestros ojos es absolutamente devastador. Nunca mejor dicho. 

Yo si hace falta, reúno a cierto número de personas y vamos a echar un cable, aunque sea para sacar piedras con nuestras propias manos. Seguramente, ayuda no me faltaría. A lo Prestige, pero en versión cemento.

Lo que más miedo me da no es el percal de demolición que tenemos ahora montado, sino que la paralización que estamos sufriendo estos días se alargue eternamente y ésto acabe por convertirse en otra obra del Escorial y nos pasemos ocho añitos sin tener un acceso digno al edificio consistorial. Vaya, un pareado, hoy estoy inspirada. 

Lo dicho, no podemos cercar y entorpecer el tránsito a los ciudadanos y a los trabajadores de esta manera. Y menos, afear aún más la ciudad porque en mi corazón es de lo más bonito que ha parido España, pero como la convirtamos en lo mismo que hicimos con la entrada, mal lo llevamos. 

¿Se imaginan que en pleno centro acabásemos teniendo las mismas inundaciones que se forman, cuando el tiempo no tiene clemencia, entre Avenida de Vigo y Avenida del Rey? Que vamos en coche, señores, no en Zodiac. Que entre la subidas y la bajada del túnel y el charco entremedias eso parece el Siam Park.

En fin, ojalá que no acabemos teniendo que sentenciar aquello de: “de esos polvos, estos lodos”. ¡Nunca mejor dicho!
 

Atapuerca by Ferrol

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