Lo que viene ahora

Con el pacto con Bildu, Sánchez se ha garantizado la aprobación de los Presupuestos aunque sea a costa de la dignidad y los principios del PSOE. Que la negociación la haya hecho Iglesias no quita importancia a una decisión que apenas ha hecho mover un músculo a los barones del PSOE y que la vicepresidenta primera del Gobierno y Ábalos han defendido señalando cínicamente que “Bildu ha tenido más sentido de la responsabilidad que el PP”. Que Iglesias haya situado al partido heredero de ETA en “la dirección del Estado” y que Otegui haya dicho que vienen a Madrid “a destruir el régimen del 78” reconfirma que el presidente está dispuesto a lo que sea para seguir en el poder. Pero hay mucho más. Las cesiones a Bildu al PNV y a los independentistas catalanes esconden una realidad: no hay marcha atrás y no serán las únicas concesiones que van a reclamar los “socios preferentes” del Gobierno. Y la debilidad de este Gobierno, unida a la ambición de su presidente y a la estrategia de Iglesias, son un enorme riesgo para la economía, para la seguridad jurídica y para el Estado de Derecho. Sánchez ya no es solo prisionero de Iglesias sino también de ERC, del PNV y de Bildu.

¿Y cuáles van a ser los próximos pasos? El más importante para este Gobierno es que haya una vacuna para el COVID lo antes posible. Por eso el interés del presidente y sus ministros de anunciar la vacuna “para ya”. Casi al mismo tiempo Sánchez se va a dedicar a frenar o desmontar cualquier rebelión interna. El segundo objetivo, que lo es más de Iglesias y de Casado que de Sánchez, es el hundimiento de Ciudadanos.

Acabar con la también tímida presencia de la Iglesia Católica, con la escuela concertada y con la religión está en el centro de la Ley Celáa, de Sánchez y, por supuesto, de Iglesias. De lo que se trata es de acabar con unos valores sociales y sustituirlos por otros radicalmente diferentes. El experimento educativo catalán ha servido para que se copie ahora a nivel nacional, sin contar para nada con la comunidad educativa y aprobando la ley con nocturnidad y alevosía. No tendremos una mejor educación sino una igualación a la baja y una merma grave de la libertad. Y la Iglesia ni ha jugado sus cartas ni ha dicho una sola palabra.

La voluntad del PSOE y de Podemos para gobernar con ERC tras las elecciones en Cataluña y avanzar hacia la “solución” del problema catalán, arrinconando a Puigdemont y a todos los demás, no la esconde ninguno de los tres. Y, hecho todo eso, con los socios de la investidura avanzarán, paso a paso, a un objetivo final: la Corona y la Constitución. Iglesias, Rufián y Otegui lo tienen en su hoja de ruta. Y, hasta ahora, avanzan por el camino previsto, sin perder ninguna batalla. 

Lo que viene ahora

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