Ni Johnson ni Corbyn

Se lamenta John Le Carré de la situación por la que atraviesa su país, el Reino Unido, a cuenta del Brexit y de una clase política que parece haber perdido el rumbo.

El novelista y ex espía británico hacía está reflexión al filo de la promoción de su última novela “Un hombre decente”.

Tiene razón Le Carré. Hay momentos en que los países andan huérfanos de dirigentes políticos consistentes. No es que en España estemos sobrados de políticos que además sean estadistas, pero, y no es un consuelo, peor están en el Reino Unido.

Si Boris Johnson nos parece un personaje estrafalario lo cierto es que su principal oponente, Jeremy Corbyn tampoco es que parezca más coherente que el “Premier” británico.

De Johnson sabemos que quiere llevar adelante el Brexit aunque sea por las malas, y de Corbyn sabemos es que se mueve en la ambigüedad respecto al mismo tema. Es más, de algunas de sus declaraciones se deduce que no está en desacuerdo con el Brexit aunque sí acaso con la manera de ejecutarlo.

De manera que el líder laborista no parece militar en el europeísmo, y ser “amigo” de la Unión Europea.

Como decía, se mueve en la ambigüedad sin terminar de definirse en nada, y gobierna el laborismo con mano dura.

La realidad es que el Partido Laborista del Reino Unido ha ido empalideciendo con el tiempo y ahora mismo no se sabe en que parámetros políticos e ideológicos se está moviendo. En cualquier caso Jeremy Corbyn domina el aparato del partido y tampoco parece que en estos momentos, sea por el motivo que sea, haya liderazgos alternativos.

El desencuentro entre el Reino Unido y la Unión Europea va más allá de que el país lo lidere Johnson yo lo pudiera liderar Jeremy Corbyn. A lo mejor mareaba un poco la perdiz pero el resultado final podría ser el mismo, ya saben Europa está aislada de Gran Bretaña a causa de la niebla en el Canal.

Mientras tanto, nadie podrá negar la inmensa paciencia de los responsables de la Unión Europea respecto al Reino Unido.

Veremos qué sorpresa nos depara el próximo capítulo de esta tragicomedia en la que se ha convertido el proceso del Brexit.

Ni Johnson ni Corbyn

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