La encrucijada de Ciudadanos

la hora de formar gobierno el resultado de las elecciones andaluzas va camino de convertirse en una novela de Agatha Christie. Nada es lo que aparece en los primeros capítulos. Ni es seguro que Juan Manuel Moreno Bonilla vaya a ocupar el palacio de San Telmo, ni es descartable que pueda ser Juan Marín. La clave de la incertidumbre habría que buscarla en los compañeros de viaje. Para que el PP, segundo partido en votos, pudiera convertir sus esperanzas en realidad necesitaría el apoyo de Ciudadanos y el de los recién llegados de Vox. En esta combinación nacen las dudas que rumian los dirigentes nacionales de Ciudadanos. Aliarse con Vox en Sevilla podría significar un problema para los votantes naranjas del resto de España, que en muchos casos se proclaman centristas y en otros vienen de la socialdemocracia. La opinión de Rivera –llamémoslo así–, cuenta. En este caso mucho porque estamos en puertas de un año que tiene elecciones en mayo y es opinión cada vez más extendida que Sánchez, pese a su ambición, no podrá aguantar hasta el final de la legislatura. Ante ese escenario ni habría que descartar que Ciudadanos repudie el apoyo de Vox ni tampoco que pudiera alcanzar algún tipo de acuerdo con el PSOE andaluz. Esta posibilidad estaría basada en un hecho incontestable: en la pasada legislatura Susana Díaz gobernó gracias al apoyo abierto de Ciudadanos.
Pero como decía que la cosa se parece a una novela de suspense no hay que descartar la sorpresa que podría venir de la mano de un PP que renunciara a que su candidato fuera el presidente de la Junta para que Marín ocupara el puesto aceptando la abstención del PSOE como fórmula para intentar marginar a Vox. Nada está decidido y, por lo tanto, todo sigue abierto, pero lo cierto es que los buenos resultados obtenidos por Ciudadanos el pasado dos de diciembre –pasaron de nueve escaños a 21, doblando el número de votos–, van camino de convertirse en un dolor de cabeza. Jaqueca que también afecta, y de qué manera al PSOE, que pese a que mantuvo el primer puesto, perdió cuatrocientos mil votos y 14 escaños y vive un sin vivir a la vista de que, sea cual sea el desenlace de la novela, los treinta y seis años de régimen socialista van camino de ser historia. De la decisión de Ciudadanos (Albert Rivera) respecto de Vox, depende también en parte el futuro político de Ciudadanos en el conjunto de España. Pero esa, como queda apuntado, es otra historia.

La encrucijada de Ciudadanos

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