Cábalas electorales

Puede que lo que esté en juego en las elecciones andaluzas vaya más allá de la gobernación de esta gran comunidad autonómica. La de mayor extensión territorial y demográfica, pero también la que padece un mayor índice de desempleo. Por no hablar de los problemas que arrastra su modelo sanitario periódicamente puesto en cuestión por médicos y pacientes con sus protestas en la calle. A cinco días vista de conocer el resultado de las elecciones tenemos a los políticos más preocupados por las alianzas postelectorales que por todo lo que rodea la gestión ordenada de los asuntos públicos. Hasta el punto de que han contagiado de esa inquietud la propia agenda política nacional.
Los pactos postelectorales que puedan cerrarse en Andalucía, el PSOE con AA, la marca regional de Podemos, o en el caso (improbable), de que la suma de PP y Ciudadanos pudiera alcanzar la necesaria mayoría, podrían condicionar la convocatoria de las elecciones generales en España. Anticipándolas o retrasándolas.
Sí, como apuntan las encuestas, Susana Díaz consigue mantener al PSOE como primera fuerza ,aunque pierda algunos escaños, el “efecto Sánchez” habrá sido beneficioso o cuando menos no habrá sido negativo para los intereses del partido. En ése caso es muy probable que el presidente del Gobierno pudiera convocar elecciones a mediados del próximo otoño. Para esa fecha ya se habrían despejado las incertidumbres que aparejan los juicios a los políticos catalanes encarcelados por el “procés” separatista y Sánchez que tiene el BOE en sus manos podría maniobrar para asegurar futuras alianzas con alguno de los dos partidos separatistas. Parece mucho correr, pero los asesores de Sánchez ya están trabajando en esa dirección.
Por el contrario, si el PSOE se la pega en Andalucía, entendiendo por tal una baja de nueve o diez puntos –en las anteriores obtuvo el 35,4% de los votos–, entonces los “susanistas” le endosarían la responsabilidad a Pedro Sánchez y a su trato con los independentistas catalanes. En ese caso es más que probable que el presidente del Gobierno optara por atrincherarse en La Moncloa intentado agotar la legislatura confiando en el rédito político que en ocasiones se deriva del simple paso del tiempo. Atentos pues a lo que decidan los andaluces el domingo dos de diciembre porque puede condicionar el próximo calendario político nacional.

Cábalas electorales

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