Mendigos desaparecidos

A finales de los ochenta, varias asociaciones y la Conferencia Episcopal denunciaron la misteriosa desaparición de un millar de mendigos y drogadictos. Intervino la Fiscalía General del Estado, encontrando indicios de que algunos fueron usados como cobayas en experimentos médicos, e incluso se imputó al CESID (actual CNI) por la muerte de uno de ellos en 1988, presumiblemente tras recibir una inyección de una variable de pentotal sódico o suero de la verdad. Finalmente las sospechas no se convirtieron en pruebas objetivas, y se archivó la causa en 2001.
Por debajo del jardín de la Democracia tenemos las cloacas, a las que no queremos bajar para no incomodarnos. 
Los mendigos y drogadictos son el eslabón más débil de la sociedad y por lo tanto el más “prescindible”, pero siguen siendo personas. Algo les pasó y no queremos saberlo. Ya saben, agua pasado no mueve molino, etc, etc, etc. 

Mendigos desaparecidos

Te puede interesar