El Brexit y el Procés

A los ingleses y a los catalanes les saturaron con el discurso de que estaban siendo robados respectivamente por la UE y por España, y que debían separarse. Reino Unido improvisó una estrategia negociadora que ha fracasado, pero peor ha sido lo del gobierno autonómico catalán, que nada preparó para el día después de la votación. 

A los promotores del Procés habría que preguntarles qué razones tenían para creer, que se les concedería graciosamente la independencia solicitada por menos del 40% del censo electoral. 

Ellos saben que han perdido, pero de momento nadie se atreve a ser el primero en reconocerlo, así que lo razonable es construir una pista de aterrizaje para cuando decidan poner los pies en el suelo, y no entrar en la subasta patriótica por la que braman las derechas; se trata de reducir, y no de ensanchar el daño hecho por esta retroalimentación entre separatistas y separadores.