Nuestros jueces

Con su sentencia sobre el pago de las hipotecas, el Poder Judicial ha introducido un insólito precedente, porque viene a decir que el cumplimiento de una sentencia depende del impacto que acarrea, a lo que necesariamente hay que preguntar ¿para quien? El veredicto final, que ha sido aplaudido con las orejas por los banqueros, se conoció el mismo día en el que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo sentenció que Arnaldo Otegui no tuvo un juicio justo, y en el que la Fiscalía de Barcelona pidió tres años y medio de cárcel para un joven hambriento, que robó un bocadillo armado con la lengüeta de una lata de bebida.
Cualquier democracia tiene problemas cuando una significativa parte de su magistratura, carece de formación en perspectiva de género, desprecia a las víctimas de una dictadura, no oculta su clasismo, y manifiesta clara hostilidad contra determinados políticos.
 

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