Gobierno paralelo

La mayor parte de los debates sobre la fallida investidura, girarán sobre si lo que Pedro Sánchez  ofreció era adecuado o humillante, y sobre si lo que Pablo Iglesias pidió era excesivo o no. 

Sin embargo, este planteamiento no tiene en cuenta que no es lo mismo estar que integrarse, y tanto el organigrama como el “modus operandi” planteado por Podemos, para que sus ministros asuman de manera transversal muchas competencias sociales, significa en la práctica que dentro del gabinete  iban a competir un Gobierno de Estado (PSOE), contra un Gobierno Social (Podemos). 

Es verdad que hubo gobiernos paralelos con repartos convencionales de competencias, como el bipartito de los socialistas con el BNG en la Xunta de Galicia sin ir más lejos, pero lo planteado esta última semana parece diseñado para impedir la unidad de actuación del gabinete, imprescindible para asegurar una gobernanza estable.