Un pan como unas tortas

el Gobierno de coalición entre socialistas y comunistas nos viene vendiendo desde que llegaron a ese acuerdo exprés tras las elecciones del 10 de noviembre, que la fiesta de gasto la iban a pagar los ricos. En el documento firmado se nos prometía más gasto en Sanidad, Educación, Pensiones, dentista, libros, becas. Vamos una juerga que, por supuesto, pagarían los malvados ricos, las empresas y los bancos. El Gobierno progresista de coalición, feminista y ecologista nos aseguró que el 0,6% de las personas que ganan más de 130.000 euros al año tenían que ser solidarias y pagar más impuestos. Y, por supuesto, los bancos y las tecnológicas.
Sin embargo, con el paso de los días, lo que nos cuentan es que quieren subir las tasas de los viajes en avión, la comida rápida, el diésel, los coches antiguos o limitar los precios de alquiler. Estos son, de momento, los que deben pagar más. Por supuesto, todo es por nuestro bien. No debemos comer comida “basura”, ni usar coches que contaminen. Y, ¿viajar en avión? Por dios, eso es cosa de ricos. Al final, parece, que los ricos van a acabar siendo los que menos tienen y la clase media. Vaya, de donde sacan todos los gobiernos el grueso de la recaudación para que les salgan las cuentas.
Lo sorprendente de este Gobierno, que se dice progresista, es que todas las ocurrencias van dirigidas a amargarle la vida a los que supuestamente dicen defender, los más vulnerables, los jóvenes, los que pueden hacer algún viaje en aviones “low cost” o llevar a sus hijos un sábado a comer una hamburguesa. O a los que no han podido permitirse cambiar de coche. Es lo que tiene prometer el oro y el moro y luego no saber de dónde vas a sacar el dinero para pagarlo, cuando, además, tienes a unos tipos vigilando que las cuentas cuadren. Eso sí, les cuentas que subes el salario mínimo 50€ que se te van en cotizaciones, impuestos y tasas, pero no que quizás le suponga perder el trabajo o que no le contraten. 

Un pan como unas tortas

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