Pioneros impositivos

El Gobierno quiere tener sus presupuestos con el fin de permanecer en el tiempo. Ahora parece que hasta 2020. Sánchez se ha olvidado pronto de la promesa que en sede parlamentaria hizo tras ganar la moción de censura. Quiere además permanecer engañando sobre la situación real de la economía española, europea y mundial. La desaceleración económica está aquí y ha venido para quedarse. Y lo que habría que hacer es no resignarse sino adoptar medidas para combatirla o al menos paliar los efectos negativos que ya está teniendo. La inversión, el empleo, el consumo, las exportaciones son algunas de las variables que ya están cambiando de signo. Sin embargo, la receta de Sánchez es gastar como si no hubiera mañana, subir impuestos y cotizaciones y elevar el SMI un 22,3%. Las consecuencias más duras las iremos viendo en los próximos meses, aunque ya muchas empresas están anunciando miles de despidos.

El Gobierno, eso sí, nos asegura que todo lo hace para mantener el estado del bienestar. Pero, como señaló Daniel Lacalle en la Convención del PP, más bien se han preparado estas cuentas y cuentos para salvar el estado de bienestar de Sánchez. No es ningún slogan: el empleo es la mejor política social y parece que vamos otra vez abocados a que aumente el desempleo y con él la desesperanza de mucha gente, los desahucios, los cierres de pequeños negocios, la quiebra de cientos de autónomos, el déficit de las cuentas y la deuda.

El viernes, en la línea equivocada, el Gobierno aprobó la creación de dos nuevos impuestos. La tasa Google y el de transacciones financieras. Como tantas veces hemos escuchado, se hace para que estas empresas paguen lo que no pagan, pero, como siempre, lo acabaremos pagando todos. Y, lo que es peor, las echaremos de España, como ya ha pasado con la nueva plataforma que Google quería instalar en España y que se ha ido a Portugal. Y, algo aún más grave, la portavoz del Gobierno nos aseguró que España va a ser pionera en la instauración de estos impuestos por los que se recaudarán 2.050 millones. Ni una cosa ni otra son verdad. Ser pionero no siempre es bueno. Ya vinos lo que pasó con las renovables de Zapatero, que pagamos y seguimos pagando a precio de oro. No se recaudará lo previsto y echarán a empresas tecnológicas de primera línea y distorsionarán la evolución de los mercados financieros. Ahí queda el aviso.

Pioneros impositivos

Te puede interesar