La crisis y la clase media

La crisis económica que comenzó en España con toda crudeza en 2008 dejó en la cuneta a más de 3 millones de españoles, los mismos que fueron expulsados de la clase media. Parecía de Perogrullo pensar que el desempleo que se ha soportado en España en los años de crisis ha sido la causa de todos los males. Ahora lo ha confirmado un informe del del BBVA.
El estudio señala que, a pesar de las políticas públicas, la falta de oportunidades de empleo y la caída de los ingresos ha expulsado a cerca de tres millones de españoles de la clase media. La falta de un puesto de trabajo ha estado detrás del aumento de la desigualdad y, por supuesto, de la pérdida de la vivienda por la imposibilidad del pago de la hipoteca o del alquiler. Sin olvidar la frustración personal y la falta de expectativas para desarrollar un camino. Por todo ello, es una buena noticia que España esté creando empleo y cada vez más de una cierta calidad. Concretamente en abril, se crearon casi 160.000 empleos y el paro se redujo en casi 83.600 personas. Cierto que aún son 4 millones de españoles los que están en las listas del desempleo. Por eso es muy importante que se refuercen las medidas tomadas en la reforma laboral y no haya retrocesos en este campo.
La reforma laboral fue una buenísima decisión que lejos de derogarse, debería mantenerse e incluso profundizar en ella. De hecho, de haberse tomado en 2010, se habrían dejado de perder más de dos millones de puestos de trabajo. Con la reforma se cambió algo que parecía imposible: que en España el empleo no crecería si la economía lo hacía a tasas de entre el 2 y el 2,5 por ciento y que las crisis para las empresas sólo tenían una solución, los despidos masivos. Desde 2012, cuando el Gobierno aprueba la reforma, se frena la sangría y comienza una etapa de negociación por empresa y no por sector que evita la pérdida de muchos cientos de miles de puestos de trabajo. 

La crisis y la clase media

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