LA ESTIRPE DE CAJA B

Escribía Mariano Rajoy hace bastantes años un artículo de opinión sobre la estirpe, sobre los de su estirpe, esos a los que la gracia divina les ha otorgado el derecho, al parecer, de acceder  a un poder que les pertenece en detrimento de los pobres súbditos nacidos para obedecer. Ya decía Fraga a propósito de las preguntas que se le dirigían sobre la razón de que un altísimo puesto de funcionarios de la Xunta eran de PP, que los hijos de la Derecha eran más listos, seguramente lo mismo que ocurre en la Diputación de Baltar. Que no es caciquismo, oigan. La nueva estirpe de la Derecha que persevera en cultivar la prepotencia, la mentira y la ignorancia, aderezada de los símbolos de una casta rancia, vuelve a asentarse sobre los mismos postulados que desgranan su desprecio hacia un pueblo al que, sin embargo, después le piden su voto... y, sin duda, cabe reflexionar mucho sobre las razones que han llevado a muchos de los insultados y despreciados a votar a quienes los machacan. Es tal la lista de barbaridades emitidas por los líderes de esta Derecha que sería tarea imposible de relatar en estos caracteres. Basten ejemplos que demuestran el camino de los gobiernos de las cajas B. Del “que se jodan” de Andrea Fabra dedicado a los parados llegamos a la descriptiva frase de Teófila, la alcaldesa popular de Cádiz criticando a los pobres “que piden para comer pero tienen twittter”. Aparcando la supina ignorancia al desconocer que la red social es gratuita, es más importante destacar esa concepción que ensalza la diferencia entre “pobres” y “ricos”, esa concepción que legitima la discriminación que posibilita , como muestra que Wert lleve al Consejo de Ministros y éste apruebe una ley que limita el acceso a la universidad para los estudiantes con menos recursos. Pero es que ya avisaba una columnista de la  Derecha al afirmar sin sonrojarse que había estudiantes que utilizaban las becas para ponerse tetas de silicona (tranquilo, Felipe González, que las mías son naturales y las becas de tu gobierno las dedicamos a la estúpida tarea de matricularnos y comprar libros... ya se sabe , viviendo por encima de nuestras posibilidades). Y es que este PP que nos gobierna precisa pedir el voto a ricachones insolidarios y a pobres ignorantes. Y es que “siempre ha habido clases”, me dice un cargo del PP. Tomen nota

LA ESTIRPE DE CAJA B

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