NOS DEJAN TIESOS

Hace poco nos recordaba la prensa el caso de los 12.000 marineros, gallegos en un 90%, que habiendo trabajado en barcos mercantes noruegos durante décadas, pagando sus buenos impuestos y sin beneficiarse de ningún servicio puesto que no residían allí, no generaron derecho a pensión alguna puesto que, al no ser residentes, la legislación noruega no les permitía cotizar para la jubilación. Ante tales hechos la asociación de afectados, Long Hope, se movilizó llegando hasta el Ombudsman noruego (similar a nuestro Defensor del Pueblo) quien en un primer momento respondió que “ya había caducado el plazo de diez años para reclamar” y ahora, en un segundo intento, reconoce los hechos y promete espolear a las instituciones para que adopten soluciones a fin de zanjar el asunto a favor de los intereses de los marineros. Antes, en 2010, el caso pasó por la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, que se hizo cargo de la “grave injusticia social” y aconsejó “entablar negociaciones España-Noruega para suscribir un convenio bilateral a fin de reintegrar esos impuestos indebidamente abonados”. Hasta hoy, la patata viene pasando de una mano a otra desde 1986.

Y bien; tenemos un porrón de políticos de los cuales el 80% ya sabemos que no valen más que para vivir a nuestra cuenta sin tocar bola y algunos/as insultar el intelecto con declaraciones idiotas. Una institución, el Defensor del Pueblo, y los Defensores autonómicos, cada uno con su oficina y staff, para redactar unos mamotretos anuales recopilando las quejas de los ciudadanos, desgraciadamente las mismas año tras año. También tenemos las seculares Embajadas y el Cuerpo Consular, que a la hora de allanar caminos para consensuar pactos y convenios, nadie mejor que ellos; para eso están. ¿Y? ¡Ahhh..!, hacía falta un organismo más y dependiente del Ministerio de Empleo y Seguridad Social urdimos el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior. ¡Total, por un chiringuito más..!

Dicho Consejo, adscrito al Ministerio mencionado a través de la Secretaría General de Inmigración y Emigración y su Dirección General de Migraciones, tiene como atribuciones, entre otras, las siguientes: la realización de estudios sobre cuestiones y problemas que afecten a la ciudadanía española en el exterior. Formular propuestas y recomendaciones en relación con los objetivos y aplicación de los principios inspiradores de la política de atención a la ciudadanía española en el exterior. Ser informado de la actuación de los órganos de la Administración competentes en materia de atención a la ciudadanía española en el exterior y retornados. Conocer con carácter previo Anteproyectos de Ley, Proyectos de Reales Decretos, Órdenes, relativos a derechos laborales, entre otras materias, siempre que los mismos afecten directamente a los españoles en el exterior. No sigo.

Para desarrollar tan ardua tarea el Consejo se compone de presidente, propuesto libremente por el ministro/a  de Empleo y Seguridad Social; dos vicepresidentes, que menos mal que son funcionarios de carrera, A, nivel 30, pero dietas por asistencia a reuniones las cobran igual. El secretario será el titular de la Dirección General de Migraciones; curioso. El resto del Consejo se compone de hasta 43 consejeros electos por los Consejos de Residentes Españoles e igual número de consejeros suplentes. Ocho consejeros designados a propuesta de las federaciones de asociaciones de españoles del exterior. Ocho consejeros regionales, en representación de las principales organizaciones de trabajadores y de empresarios. Diecisiete consejeros regionales, en representación de cada una de las comunidades autónomas y Ceuta y Melilla y consejeros de la Administración en representación de cada uno de los ministerios siguientes: Justicia, Economía, Interior, Educación, Política social, Ciencia e Innovación. Resumiendo, más de 77 carguitos a dedo y toda la parafernalia: secretarias, viajes, dietas y oficinas. ¿Utilidad? En Long Hope lo tienen claro: “Será que non queren incomodar ós noruegos e prefiren deixar de lado a 12.000 afectados”.

Inventos improductivos para colocar a familiares y amigos a costa de nuestros dineros, robándonoslo a golpe de BOE hasta dejarnos tiesos.