La vigilancia de Bono caducó a los ocho años

La vigilancia de Bono caducó a los ocho años

BONo, no el cantante de U2 –quien ahora jura y perjura que vivió una experiencia cercana a la muerte, un hecho que define como “un evento de extinción”; igual hasta empezó a caminar hacia una luz muy blanca y quienes estaban allí la apagaron al ver que era él–, sino el político, es un armadanzas profesional; lo ha sido a lo largo de toda su vida. Hoy camina por una acera y mañana por la de enfrente, pero siempre queda indemne y si para no sufrir daños tiene que compadrear, compadrea con quien haga falta. Por algo fue el discípulo predilecto de Tierno Galván... Y chupa de la canoa hasta la última gota. Hace ocho años que abandonó la política activa y hasta esta misma semana ha contado con vigilancia de la Guardia Civil en su chalé de Toledo. Los agentes están felices, pues en la garita donde prestaban servicio se congelaban en invierno y se asaban en verano. Ya están curtidos, así que veremos si no los envían a cuidar del palacete de Pablo, antes Pablo Manuel, “Viva la Gente” Iglesias. FOTO: bono, hasta parece que un poco enfadado | aec

La vigilancia de Bono caducó a los ocho años

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