La transparencia ha muerto, ¡viva la opacidad!

EN otros tiempos hubo gobernantes que, según ellos, llegaron a caudillos por la gracia de Dios. Ahora la gracia de Dios –Dios laico, por supuesto– sirve para adjudicar contratos por importe de 1,7 millones de euros sin dar explicaciones a nadie. Es lo que tiene la transparencia –¿no será más bien la opacidad?– de la Marea, nasía pa’ganá. Hasta 1.619 contratos directos otorgó el Gobierno municipal en los cinco primeros meses del año. No hubo que convocar concursos ni ofrecer información; se firmó el compromiso y listo. Es verdad que todos los ayuntamientos recurren a esa figura jurídica, pero cuando uno cacarea antes de asumir cualquier responsabilidad que valerse de ese tipo de contratación será la excepción... Qué poco tiempo duró la fidelidad a la palabra dada. Los mareantes rubricaron en 2016, es decir, casi cuando estaban recién llegados a María Pita, 66 contratos menores; este año han sido esos 1.619, es decir un 2.353% más. Veremos si en unos días no se plantan en A Coruña los del Libro Guinness de los Récords para levantar acta de semejante incremento. FOTO: el alcalde, al frente de los mareantes| aec

La transparencia ha muerto, ¡viva la opacidad!

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