El susto de los agentes de la Guardia Civil de Cangas

LO de la serie “Fariña”, además de servir para que toda España sepa lo que significa “parvo” o “cara de cona”, está devolviendo esa psicosis que durante una buena parte de los años ochenta se vivió en Galicia, donde toda lancha que se veía en el horizonte era de contrabandistas y donde las leyendas urbanas hablaban de arenales que amanecían sembrados de cartones de Winston de batea o de fardos con un contenido menos admitido socialmente que los cigarrillos. Así, no es extraño que los agentes de la Guardia Civil de Cangas vivieran revolucionados una mañana después de que unos misteriosos fardos aparecieran en las playas de Carreirón. Al final, se trataba de topes de caucho usados para proteger los contenedores entre sí. El susto fue morrocotudo.

El susto de los agentes de la Guardia Civil de Cangas

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