La política se queda un poco más gris

La política se queda un poco más gris

borja Sémper parece ser de esos tipos que engrandecen la clase política con verdadera intención de servicio público y una coherencia poco común. Que no rehúye el compromiso y sale airoso en ambientes hostiles. Quizá por eso gusta a (casi todos) los suyos y a los del fondo contrario. Pasó quince años con escolta y sufrió varios intentos de asesinato por parte de ETA; pero lo que le hace abandonar la política es el desencanto y el clima de confrontación permanente. “Si el populismo reaccionario nos arrastra a los demás, yo no pinto nada en política”, fue su mensaje de despedida. Va a ser verdad que siempre se van los mejores. FOTO: borja sémper, en su despedida

La política se queda un poco más gris

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