Mucho músculo y poco cerebro

A John DePass le dio de chaval por el culturismo. Con el frío que hace en Canadá, no es mala opción, pues en el gimnasio se está calentito y al tonificar los músculos se combaten mejor las gélidas temperaturas. Y no le fue mal, ya que llegó a ser campeón de Norteamérica e incluso participó en el concurso de Míster Universo. Ahora, a los 46 años, ya está retirado y se gana la vida como entrenador físico, pero la cabeciña... ¡ay, la cabeciña! Durante la semana se alimenta solo de su propia orina y el domingo se pega un atracón con la familia y come carne, pasta, arroz y patatas. Su vida sería menos asquerosa si se hubiese enrolado en la Policía Montada.

Mucho músculo y poco cerebro

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