Una manga ancha muy difícil de comprender

Una multa de 4.432 millones puede poner nervioso a cualquiera, y aunque parece que Facebook (que será quien reciba semejante sanción por parte de la Comisión Federal de Comercio de EEUU) ya la tiene descontada, la realidad es que es un castigo ejemplar por haber vendido los datos de la red social a una empresa que luego los utilizó para influir en la victoria de Trump. Pero más allá de los millones, la realidad es que sorprende lo desprotegidos que estamos los ciudadanos cuando, por ejemplo, en España existe una de las leyes de protección de datos más exigentes del planeta. Es decir, que una empresa se expone a sanciones increíbles por no tener guardados determinados documentos bajo llave y, mientras, se consiente que las multinacionales espíen nuestros teléfonos o nuestros ordenadores sin que nada les pase.