La llama olímpica al final del túnel

se resistían los organizadores de los Juegos Olímpicos a dar el paso de aplazar la celebración de la cita, pero no les ha quedado más remedio que entrar en razón y ser más realistas que optimistas. Que una cosa es creer que la crisis sanitaria estará controlada en julio, cosa que todos esperamos, y otra que para esa fecha la situación haya vuelto a la normalidad y se pueda celebrar con seguridad semejante evento. Las pérdidas que supone el aplazamiento son multimillonarias, pero se impone la salud. El objetivo ahora, dicen, es “que la llama olímpica se convierta en la luz al final del túnel en el que el mundo se encuentra en estos momentos”. No es mal plan. FOTO: la llama olímpica