Las gastrofurgonas confirman la crisis

Las gastrofurgonas confirman la crisis

EL coruñés que gobierna Santiago, Martiño “2.0” Noriega, lo avisó hace unos días: “El partido instrumental pasa de las mareas municipales”. Ya es difícil que tenga razón en algo, pero esta vez la tenía, y toda. A la Marea, nasía pa’ganá, le ha dado por organizar una feria de foodtrucks –furgonetas donde despachan hamburguesas y perritos– para conmemorar el aniversario de la Torre como patrimonio de la Humanidad y el exjuez y virtuoso de la gaita y la zanfoña Luís Villares ni ha enviado a Luca Chao. Luca Chao es aquella parlamentaria de En Marea que se hizo famosa porque durante una temporada llegaba a los plenos cheirando a fritanga, ya que jugaba a Masterchef entre Octanos. Había solicitado la reducción de jornada en O Hórreo y se dedicaba a la hostelería trashumante con su marido. Como medio sueldo se le iba en desodorante decidió regresar fulltime al escaño y ni siquiera para que goce un poco Xulio Ferreiro, el Varoufakis de A Gaiteira, volverá pasarse una tarde vendiendo bocatas. ¡Qué pena!, porque mira que el proyecto era bueno; si se acababa la carne, malo sería no cazar un gato montés en la selva de punta Herminia y sacarle unos filetillos; si se agotaban la lechuga o el tomate, ahí estaban los huertos urbanos de Monte Alto... Ya no hay duda, la crisis mareante es inevitable. FOTO: una gastrofurgona, en méndez núñez | aec

Las gastrofurgonas confirman la crisis

Te puede interesar