El disputado voto del vecino de Cee

es comprensible que en las filas de los partidos políticos unos se muerdan las uñas y otros se suban por las paredes. Los candidatos son incapaces de convencer y no solo no captan nuevos adeptos, sino que se las han arreglado para perder el apoyo de los fieles de antaño. La indecisión es tal que las encuestas hacen bailar los escaños de un color a otro en cuestión de días. Toda papeleta cuenta y en esta lucha sin cuartel el municipio de Cee es un claro ejemplo.

Los sondeos dejan a Ciudadanos sin representación en el Congreso por la provincia de A Coruña y ese diputado es oro para las formaciones. En las apuestas, Vox y el BNG tienen los números a su favor y se espera que uno de los dos se haga con la plaza, toda vez que parece descartado que el PP tenga opciones de lograr su cuarto escaño. Cambien las siglas y la ubicación como gusten. El caso es extensivo a todo el país.

Con las espadas en alto y el objetivo claro, las sutilezas se han dejado a un lado. Así que uno de los partidos aspirantes lanza un mensaje en redes sociales en el que invita a votar a su candidato, del que alaba incluso su aspecto físico, en lugar de al “aldeano” de la formación rival. Luego negó ser responsable de la iniciativa, asegurando que la cuenta que inició la polémica no es oficial.

Y el representante de otro partido que no se resigna al vaticinio de las encuestas anima a los ceenses a meter la mano en el buzón de sus vecinos y coger la propaganda electoral de un contrincante para tirarla a la basura. Pero no había que entenderlo más que en sentido figurado, aclaró después.

Unos y otros, todos en realidad, prácticamente a la desesperada, en busca del voto que no se han sabido ganar