No hay desastre sin su aprovechado

No hay desastre sin su aprovechado

No hay desastre en el que no aparezca algún listo tratando de sacar provecho, pero algunos son tan desmedidos en sus aspiraciones que acaban rindiendo cuentas ante el juez. Es el caso de un vecino de Miami que solicitó 13,5 millones de dólares de los fondos destinados a ayudar a las pequeñas empresas para, explicó, pagar los salarios de sus empleados y mantenerse a flote. Sin embargo, en cuanto recibió el primer pago se compró un Lamborghini. El capricho le ha llevado a acabar arrestado y enfrentarse a cargos criminales por fraude bancario. Y sus trabajadores, sin cobrar. FOTO: un lamborghini | aec

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