La consecuencia sobre la fauna marina de la iluminación de Vigo

Los vigueses tendrán que celebrar el Carnaval a las apalpadas. El todopoderoso Cabellero, don Abel, se cansó del lucerío navideño y bajó el interruptor este fin de semana. Xa chegaba, una Navidad que dura hasta mediados de enero es mucha Navidad. El objetivo estaba plenamente conseguido: por la calle del Príncipe pasaron y pasearon moreas humanas, que dejaron sus buenos cuartos en los establecimientos públicos. Hubo días en los que las concentraciones recordaban a las de La Meca. Pero, ¡y los efectos secundarios de tanta luz? Aún hay que comprobarlos en todo su alcance, pero está claro que sobre la fauna marina los ha tenido. Un pescador capturó un pulpo de cinco kilos y otro una raya de treinta. Anda que como un cachalote gigante se cargue el puente de Rande...

La consecuencia sobre la fauna marina de la iluminación de Vigo

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