TODA la vida de Dios fue Quique, pero ahora en plena madurez es Enrique, Enrique San Francisco. Su vida fue muy agitada, con paseos –largos y pausados– por muchos parajes oscuros, pero siempre supo volver y sin necesidad de haber tirado miguitas previamente. Es lo que suele pasar cuando se tiene buen coco y, por lo que se ve, a sus sesentaitantos lo conserva en perfecto estado; razona de maravilla. Acaba de demostrarlo en una entrevista televisiva en la que afirmó: “Los grandes asesinos han sido de izquierdas”. Con lo necesitados que están de candidatos en Vox, seguro que en dos días le hacen una oferta. FOTO: enrique san francisco | aec