A Carmen Calvo, aquella intrépida socialista a la que ZP llegó a confiar el Ministerio de Cultura, la recuperó Pedro “La sonrisa” Sánchez para la primera línea política. De sus tiempos en el Gobierno se recuerdan frases memorables, pero ninguna como: “Me gusta madrugar para pasar más rato en el baño: allí leo el periódico, oigo la radio, oigo música y hablo por teléfono con alcaldes en bragas”. ¡Qué pena de anuncio de Victoria Secret! Ahora parece haberse alejado de esos ambientes tórridos y como si se vistiese con indumentaria monjil anuncia que la intención del PSOE es gobernar un breve plazo de tiempo que permita a los ciudadanos ir a las urnas con tranquilidad. Ciudadanos ha acabado por arrefriarla, a ella y a su jefe, y ha avisado de que solo apoyará la moción de censura con un candidato instrumental. Anda que si tampoco de esta gobierna Sánchez...