Dicen que el día que Casillas salió del Real Madrid se le partió el corazón. Luego, cuando estaba en Oporto se le rompió de verdad y su infarto tuvo a medio país en vilo. Ahora, gracias al presidente del club luso sabemos que deja la práctica del fútbol profesional, pero esperemos que no se le rompa nada y que esté bien. Porque, en el fondo, va a tener que estar muy fuerte y muy sano para salir indemne de la última aventura en la que se ha metido: pugnar por la presidencia de la Federación. Sabemos que Casillas está acostumbrado a los requiebros de los delanteros, pero desconocemos cómo se desenvuelve en el juego sucio que le espera. FOTO: Casillas | aec