La caja del Ayuntamiento de Santiago está vacía

El recuncante alcalde de Santiago, Pepe Sánchez Bugallo, tiene pinta de ser hombre prudente al volante. ¿Habrá alguien que no lo haya sido en Compostela durante los últimos cuatro años? Era –y es todavía, pues aún no ha habido tiempo de arreglar la situación–tal la cantidad de fochancas espalladas por las calles que el menor despiste podía provocar la rotura de un amortiguador. Además, el regidor mira por el retrovisor y observar los cinco primeros meses del año, en los que Martiño “2.0” Noriega era el titular del bastón de mando, le ha servido para comprobar que de los 8,6 millones del presupuesto técnico del Ayuntamiento solo queda en las arcas municipales el cinco por ciento... ¡Menudo manirroto era el jefe de la Marea del Sar! Por cierto, ya podía haber dedicado unos cartiños a tapar las fochancas.

La caja del Ayuntamiento de Santiago está vacía

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