Un alcalde poco coherente pero con dotes de vidente

VALENCIA es la tierra de las flores, de la luz y del amor, pero es también una tierra rica. Allí todo el mundo mete la mano en el cajón y el dinero nunca se acaba. Los peperos robaron a mansalva, pero ahora la corrupción ha cambiado de acera y salpica al PSOE y a Compromís, que es algo así como Podemos con aroma a paella. Precisamente de Compromís es el alcalde de Valencia, Joan Ribó, quien ya estuvo bajo sospecha por un viaje a A Coruña para participar en un cumio de la Liga de las Ciudades Rebeldes. Por entonces, todo digno, proclamó que si el juez lo imputase no solo dimitiría, sino que estaría obligado a hacerlo. Aquello quedó en nada, pero ahora sí ha sido imputado por prevaricación, pero, ¡oh, sorpresa!, no dimitirá. “Iré a declar ante el juez y todo se habrá terminado”. Vidente y coherente. ¡Gran alcalde!

Un alcalde poco coherente pero con dotes de vidente

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