Un acuerdo de paz que no garantiza que no haya navajazos

Un acuerdo de paz que no garantiza que no haya navajazos

NO fue necesario recurrir a la rapazada da FPG, donde Méndez Ferrín, santón jurásico del nacionalismo de la nazón de Breogán, tiene una cuadra de boxeadores que ya ha protagonizado exhibiciones en algún cumio mareante. Ni siquiera hubo que llamar a Paula “Carglass” Quinteiro. Todo fue muy civilizado. El consello de En Marea, originariamente un espacio multicultural hispano-galaico y ahora sabe Dios qué, llegó a una acuerdo a través del diálogo. ¡Sorpresa!. Y, según la versión oficial, el ya octogenario Beiras fue quien actuó como mediador. ¡Más sorpresa todavía! El caso es que se adelantan las elecciones internas; no tanto como reclamaban los zascandiles apadrinados por Martiño “2.0” Noriega, pero no se dejan para tan tarde como defendía el exjuez y virtuoso de la gaita y la zanfoña Luís Villares. En noviembre serán las votaciones y en diciembre habrá nueva dirección de la confluencia. Un compromiso como ese supondría en cualquier otra formación el inicio de una etapa de paz, pero entre la xente do común ya se sabe que eso es un imposible metafísico. Que se lle vai facer. FOTO: villares y beiras | aec

Un acuerdo de paz que no garantiza que no haya navajazos

Te puede interesar