¿Por qué están ellos? (y 2)

Querámoslo o no vivimos en un sistema capitalista, quizás no sea el mejor, pero todavía no he visto un país con régimen comunista que alcance nuestro bienestar, que al fin y al cabo es a lo que aspira la humanidad. 

Antes de terminar con el famoso muro de Berlín, nadie arriesgaba su vida para establecerse en la Alemania del Este. Ni nadie aspira a vivir en Corea del Norte.

Prestigiosos medios como The Economist han analizado la eficacia en la gestión de esta crisis y llegan a la conclusión de que las medidas tomadas por parte de PSOE y Podemos han sido de las peores de la OCDE.

Hinchar pecho contra viento y marea, sin reconocer los errores solo lleva a un camino: el fracaso. La experiencia es trabajar, a veces triunfando y otras fracasando, es la forma de aprender para seguir progresando.

Lo decía el propio Adam Smith: “No hay más requisitos para llevar a un estado a la prosperidad, que la paz, unos impuestos sencillos y una tolerable administración de la justicia”.

Es relevante que tengamos miembros del Gobierno, que precisamente intenten tumbar estos principios: crispación continua en el Congreso, que a veces parece un patio de colegio, incremento de la carga impositiva para pagar déficit y subsidios, así como continuas dudas sobre la independencia del poder judicial.

Asistimos a cambios de criterio diarios, ceses, nombramientos dejando a un lado la meritocracia, y basados en la relación personal; no sabemos la mortalidad real por efecto de la pandemia, se eluden responsabilidades continuamente, como en el caso de las residencias de mayores y no entremos ya en la políticamente correcta post verdad, hasta hace poco siempre llamada mentira.

Tendríamos que preguntarnos porqué las personas como la mencionada al principio y otras muchas con capacidad probada no están en la política española.

Exceptuando a honrosas excepciones, insistiendo en que las hay, ¿por qué tenemos la clase política que tenemos? ¿Por qué están ellos?

¿Por qué están ellos? (y 2)

Te puede interesar