Novedad muy interesante

A pesar de que durante el año, son un buen número las novedades que sobre historia naval se publican, son realmente pocas las que suelen llamar mi atención. Ello es debido a que lo que personalmente busco en un libro es la novedad; es decir que me aporten datos inéditos que desconozco, lo que delata la investigación, o no, del autor de la obra en fuentes primarias.
Esto no significa que no valore los trabajos de divulgación, pues son precisamente estas obras las que más posibilidades tienen de llegar al gran público, y por consiguiente hacer despertar en el lector el interés por la Cultura Naval, algo en lo que desde hace treinta años estamos empeñados.
El caso es que hace pocos días, cuando visitaba mi librería preferida, me llevé una agradable sorpresa al fijarme en un libro de estética un poco “naif”, pero que tras su lectura lo tengo considerado como “de lo mejorcito” hecho en los últimos años. Con el sugerente título de “Presas de la Armada Española 1779-1828”, está escrito por un novel escritor Rubén E. Vela y Cuadros.
Reconozco que al no “sonarme” como investigador naval, lo primero que hice fue buscar en google a ver qué averiguaba de él, y descubrí que aparte de un gran investigador, es un magnífico pintor.
Pero volvamos a su obra. Su contenido nos ha dejado maravillados. En una época tan poco tratada por los historiadores, deja en evidencia la multitud de errores que sobre estos barcos se han perpetuado a lo largo del tiempo. Gracias a su pesquisidor examen de la documentación original depositada tanto en el Archivo General de Marina, como en el Museo Naval y la que se encuentra en Simancas, el Sr. Vela y Cuadros ha deshecho con habilidad (que no cortado con su espada) el “nudo gordiano” de todas las presas verificadas a franceses e ingleses por los buques españoles (corsarios y de la Armada) en aquella época. 
Como valores añadidos de la obra se ofrecen, aparte de las trascripciones de los informes que los distintos comandantes hicieron de la acción en la que se enmarcó la captura, la estática y cronologías inéditas de muchos de aquellos.
Si algún “pero” tiene el libro en mi modesto parecer, es la limitada calidad de su edición, porque aunque es de gran formato, tanto el papel como su encuadernación están lejos de la altura y valor documental de su texto. Nos imaginamos que los hándicaps económicos habrán tenido mucha culpa de ello.
En cualquier caso, si quieren que un nuevo y magnífico libro se incorpore a su biblioteca, no duden en adquirirlo. No se arrepentirán.
 

Novedad muy interesante

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