Magnífico

Llega a mis manos el magnífico libro de Enrique García-Torralba Pérez titulado “Navíos de la Real Armada 1700-1860”, monumental estudiode que trata con el debido rigor y profundidad a estos emblemáticos buques de guerra que fueron los verdaderos “dueños y señores” de los mares durante el siglo dieciochesco. Los amantes de nuestra historia naval estábamos deseosos de que se editara; y desde luego la espera ha merecido la pena, pues con orgullo podemos afirmar que con esta el autor se encumbra como uno de los mejores historiadores que, de la Marina de la centuria ilustrada, tiene hoy nuestro país. El concienzudo estudio está dividido en siete partes. La primera, la más técnica, y que seguro  hará las delicias de los ingenieros, trata de la evolución de la estática, construcción y artillería de estas potentes naves. La segunda se centra en los intentos que hubo por ejecutar estas unidades en el periodo de 1700 a 1720. El tercero analiza la reconstrucción de nuestra Armada hasta el año 1750. El cuarto trata sobre suconstrucción bajo el sistema “Jorge Juan”. El quinto ídem, pero en este caso bajo el sistema de “Gautier”. El sexto, ídem de ídem, sobre los sistemas “Romero Landa” y “Retamosa”. Y en el séptimo trata la compra de los venidos de Rusia en el segundo decenio del siglo XIX y la realización de los dos últimos ejemplares de este tipo que tuvo la Armada: el “Isabel II” y el “Francisco de Asís”. Con solo echar un vistazo uno se da cuenta de que el trabajo realizado en distintos archivos es abrumador; pero no se preocupe el lector, que todos estos datos se presentan de una manera clara y concisa; sencillo, sobrio y elegante a la vez. La edición, realizada por el Colegio Oficial de Ingenieros Navales y Oceánicos, es de una calidad desigual, pues si bien la encuadernación es impecable y se acompaña de un DVD, las hojas que lo componen adolecen de no tener el suficiente gramaje, lo que provoca que sean traslúcidas. Otra imperfección que encontramos en el “continente” es la falta de color para las cuidadas e interesantísimas ilustraciones que lo acompañan, aunque aquellas se pueden visualizar en todo su esplendor en la citada versión electrónica. La realización de un libro con el “nivel” que propongo alcanzaría un coste prohibitivo. Por eso, no sólo disculpamos fácilmente estos pequeños defectos, sino que ponderamos la sensibilidad del Colegio al editar la obra. Por cierto. No hay excusa para no hacerse con un ejemplar. 

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