GESTA CULTURAL DE LA ARMADA

El pasado 15 de noviembre la bienal de Restauración y Patrimonio Cultural (AR&PA) concedió su premio internacional a la recuperación del submarino Peral, galardón que compartió con el Cabildo de la Catedral de Tarazona.
Únicos en su clase en nuestro país, conviene recordar que estos premios se convocan desde 1998 con el fin de “distinguir las intervenciones y modelos de gestión en un bien o conjunto de bienes pertenecientes al patrimonio cultural”.
El jurado, compuesto por el arquitecto Rafael Moneo, el catedrático de historia de la arquitectura y la restauración Javier Rivera, y el representante de la Dirección General de Patrimonio del Ministerio de Cultura y Turismo de Italia, Manuel Roberto Guido, lo tuvo muy difícil, pues para que se hagan una idea, entre las seis candidaturas restantes, se encontraban la restauración de la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo, la rehabilitación del teatro Romano de Clunia de Burgos, la intervención de los mercados de Trajano en Roma o la espectacular remodelación del Museo Arqueológico.
El jurado en su fallo recalcó que los trabajos llevados a cabo en la recuperación del celebérrimo submarino que “al tratarse de un bien de naturaleza específica, como objeto de la ciencia y de la técnica, se ha utilizado una estrategia que ha sabido incorporar valores inmateriales, vinculados al colectivo social”.
Enhorabuena primero a la Armada en general, y más específicamente al contralmirante José Antonio González Carrión, director del Órgano de Historia y Cultura Naval y del Museo Naval; al director del periférico Museo Naval de Cartagena; y a los miembros de la comisión técnica encargada de la restauración: el investigador Juan Ignacio Chacón, el arquitecto José Manuel Chacón, el arqueólogo José Antonio Martínez, y el alférez de navío Diego Quevedo.