Astillero 4.0

Este próximo año será especialmente venturoso para Navantia. Y es que, aparte de la firma del contrato con Arabia Saudí, nuestro astillero experimentará una auténtica revolución industrial y tecnológica de gran magnitud. La adopción de la computación en la nube, el big data, la sensorización y la robótica inteligente no serán proyectos o conceptos del futuro, sino que se harán realidad muy, pero que muy pronto. Este notable paso adelante en la construcción naval persigue tres objetivos: (i) la integración vertical de sistemas de producción naval inteligentes; (ii) la integración horizontal de una nueva generación de redes de creación de valor; y (iii) la aceleración de tecnologías que obligan a la reingeniería de toda la cadena de producción. La primera cambiará las cadenas de producción, que pivotarán sobre el astillero inteligente, con una grada capaz de garantizar una producción segura, rápida y adaptada en tiempo real las necesidades del mercado, lo que redundará en una mejor relación coste-beneficio y reducirá al mínimo los posibles errores en la fabricación. El resultado de aplicar todo ello será un “buque inteligente”, que será capaz de operar en red junto con otros barcos e infraestructuras de tierra, desplazarse con mucha menos energía, y ser respetuoso con el Medio Ambiente. La segunda conllevará la integración horizontal de una nueva generación de redes de creación de valor que permitirá atender de forma integrada a las demandas de las compañías manufactureras, clientes y diseñadores, lo que posibilitará lanzar al agua barcos a gusto del cliente, es decir, con sus especificaciones únicas y singulares, todo ello en un corto espacio de tiempo.
Y por último, la tercera, se enfocará a la reingeniería de la cadena de valor con la introducción de todo tipo de cambios o modificaciones que puedan afectar al ciclo de vida de cada bloque del buque, a partir del impulso de tecnologías como la inteligencia artificial y la robótica. De esta manera se desarrollarán nuevos sensores y simulaciones virtuales, se dispondrá de vehículos sin conductor para el transporte y de drones que se utilizarán para inventario o logística, así como de la producción “aditiva” o impresión 3D, que permitirá mayores facilidades en el diseño de prototipos. Como vemos Navantia nos da, una vez más, la bienvenida al futuro.
 

Astillero 4.0

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