Calma Nórdica, un destino en el Ortegal que reinterpreta el descanso en plena naturaleza

Calma Nórdica, un destino en el Ortegal que reinterpreta el descanso en plena naturaleza
El exterior de Calma Nórdica. I CEDIDA

En la comarca del Ortegal donde los acantilados se encuentran con el mar y los paisajes se abren a la inmensidad del norte de Galicia, nace Calma Nórdica, un proyecto que representa una forma de entender el descanso: un refugio que respira naturaleza y serenidad combinada con diseño. 


“Siempre quise tener una casa en el Ortegal, de donde soy”, confiesa Joaquín Vierna (Ortigueira, 1983), biólogo y creador de Calma Nórdica. Con esa ilusión comenzó en 2020 la construcción de una vivienda singular: una casa que rompe con la estética de la labranza tradicional gallega, pero que se integra con respeto y armonía en el entorno rural. 


La motivación de Joaquín fue doble: el deseo personal de volver a sus raíces y la oportunidad de compartir la belleza de su comarca con aquellos viajeros que buscan experiencias auténticas. “El Ortegal es un lugar que todavía está relativamente libre del turismo masivo y que tiene un potencial paisajístico increíble”, explica. Por eso, la ubicación de Calma Nórdica no es casual, sino un homenaje a su tierra natal.


Calma Nórdica es un espacio diseñado para quienes quieren parar el reloj y vivir con sencillez y confort. “La frase ‘la belleza de lo simple’ define perfectamente qué es Calma Nórdica”, asegura Joaquín. Aquí, el diseño contemporáneo y el calor de la madera se combinan con la luminosidad y la amplitud de los espacios.


La vivienda cuenta con tres habitaciones dobles, dos baños (uno en suite), una cocina abierta a la zona de estar y comedor, y una parte de la casa con doble altura que multiplica la sensación de amplitud. Además, incorpora un espacio de trabajo para nómadas digitales, una pequeña zona de gimnasio y un cuarto de lavandería totalmente equipado.


A diferencia de muchas propuestas de turismo rural que apuestan por cabañas pequeñas para estancias cortas, Calma Nórdica está pensada para familias o grupos de amigos que quieren pasar varios días disfrutando de la calma del Ortegal. “Recibimos principalmente familias con niños o parejas que están buscando desconexión y exclusividad”, comenta su creador.

 

Un espacio luminoso y acogedor donde los huéspedes pueden comenzar el día disfrutando del desayuno
Un espacio luminoso y acogedor donde los huéspedes pueden comenzar el día disfrutando del desayuno. I CEDIDA


La experiencia de alojarse aquí se completa con el entorno natural: una finca privada con un jardín salpicado de amapolas, cosmos y girasoles, y un prado con antiguos manzanos que cada primavera regalan una floración espectacular.


La bienvenida a los huéspedes empieza por el paladar: una cesta con pan fresco y el célebre roscón de la Panadería Bautista, ubicada en Landoi, un auténtico clásico de la zona que conquista a todo el que lo prueba.


Pero la experiencia de Calma Nórdica va más allá de sus muros. Joaquín recomienda perderse en las rutas que recorren los acantilados de A Capelada, acercarse a San Andrés de Teixido o dejarse llevar a caballo por las marismas de San Adrián con Granxa do Souto. Lugares donde la naturaleza se muestra en estado puro y donde la calma adquiere un significado profundo.


Galicia está atrayendo a un viajero que busca desconexión y sostenibilidad, lejos de las grandes aglomeraciones. “Cada vez hay más personas que valoran alojamientos diferentes, con encanto y respeto por el entorno, como Calma Nórdica”, concluye Joaquín. 

 

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Un rincón al aire libre pensado para desconectar y respirar aire puro. I CEDIDA

Calma Nórdica, un destino en el Ortegal que reinterpreta el descanso en plena naturaleza

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