Los pueblos apuestan por sus “joyas” turísticas para llenar la España vaciada seduciendo al visitante

Los pueblos apuestan por sus “joyas” turísticas para llenar la España vaciada seduciendo al visitante
Vista de los campos de lavanda de Brihuega | aec

Ayuntamientos, empresas y entidades que impulsan el desarrollo rural redoblan sus esfuerzos para atraer y seducir a los turistas este verano especial, como salida económica, porque ven en la crisis de la pandemia una oportunidad valiosa para llenar la España vaciada.

Los grupos de acción local (GAL) y de desarrollo rural que gestionan iniciativas “Leader” –cofinanciadas por la Unión Europea (UE) con participación pública y privada– apoyan iniciativas para potenciar los atractivos de sus comarcas, como gancho para visitantes e incluso para nuevos habitantes, aunque sea como segunda residencia.

En Castilla y León, el gerente de la Agrupación Comarcal de Desarrollo de la Montaña Palentina, Manuel Merino, explica que se está reforzando el apoyo turístico y se han diseñado con comerciantes y hosteleros “acciones de dinamización que habrán de poner su acento tras el período estival, cuando baje la curva económica que turismo y veraneo mantienen”.

 

El ejemplo de la lavanda

A la imagen de la Provenza de Francia –país modelo en el marketing rural–, Brihuega (Guadalajara) desarrolló una oferta turística y cultural en torno a sus campos de lavanda.

La seducción violeta genera muchos empleos en tiendas, restaurantes, alojamientos o empresas de transformación en una comarca que cambia durante la floración (la siega termina en la segunda o tercera semana de agosto).

El ejemplo de Brihuega –centro de La Alcarria– es “clarificador”, según fuentes de Recamder, porque el ayuntamiento “apostó por recuperar la Real Fábrica de Paños, su recinto amurallado y otros rincones de una villa medieval, que multiplicó el número de visitantes y de habitantes”.

Cuenta también con iglesias y conventos cistercienses, cuevas árabes y el Museo de Miniatura del Profesor Max, donde -como describe la oficina de turismo briocense-, el visitante puede encontrar “monumentos a la paciencia”, es decir tallas en un palo de cerilla o copias de obras maestras en una lenteja o en una cabeza de alfiler.

La visita a La Alcarria es, además, una ocasión para saborear su miel y su aceite.

 

Las joyas del románico

Se dice que Palencia lidera la concentración de templos románicos de España e incluso de Europa. Este arte, junto con los paisajes, son “las joyas” de la Montaña Palentina, al norte, tal y como subraya Merino.

Abarca el Parque Natural del mismo nombre, el Monumento Natural Las Tuerces, el Geoparque de las Loras -reconocido por la Unesco- y el Camino Olvidado a Santiago.

La Agrupación Comarcal de Desarrollo ha potenciado marchas por tramos del camino jacobeo, con Cervera de Pisuerga (centro de la referencia románica) o por Quintanaluengos, con su palacio barroco, en colaboración con GAL de León y de Merindades de Burgos.

También ha impulsado la “app” Wosphere, con rutas auto-guiadas.

En la Sierra de Segura en Albacete, al norte de la comarca del río Mundo, ayuntamientos, asociaciones y entidades rurales han sacado adelante un plan de desarrollo de producto turístico, que engloba naturaleza, deporte o cultura.

Del lado cultural, el plan abarca el Castillo medieval de Yeste, el casco histórico de Letur o los escenarios de la película “Amanece que no es poco”, del recordado director José Luis Cuerda.

Los pueblos apuestan por sus “joyas” turísticas para llenar la España vaciada seduciendo al visitante

Te puede interesar