Estudiantes se manifestaron convocados por el Sindicato de Estudiantes, en ciudades de toda España en defensa de la salud mental y para reclamar un “plan de choque urgente”. Por este motivo, la organización convocó una huelga estudiantil y concentraciones en Madrid, Cataluña, Andalucía, País Vasco, Comunidad Valenciana, Galicia, Asturias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja y Extremadura.
“Hablar del suicidio ayuda a prevenir”, corearon los asistentes a la manifestación madrileña.
La huelga estudiantil, según aseguró la secretaria general del Sindicato de Estudiantes, Coral Latorre, tuvo un seguimiento del 90% en todo el país.
Para la secretaria general del Sindicato de Estudiantes, la salud mental “está muy relacionada con cómo se encuentra la educación pública”. Durante la marcha, Latorre celebró el seguimiento que tuvo la huelga y las manifestaciones convocadas por toda España: “La lucha por la salud mental y por la educación pública conecta muchísimo con los estudiantes y por eso miles y miles hoy salimos a la huelga y a las manifestaciones”.
“La salud mental con los millones de jóvenes y adolescentes, de niños también, que cada vez a edades más tempranas tenemos que lidiar con la depresión, con la ansiedad, con trastornos de alimentación, con los intentos de suicidio, es algo con lo que se te ponen los pelos de punta cuando lo piensas y es consecuencia de la vida que nos impone el sistema capitalista de precariedad, de no tener ningún tipo de futuro tal y como están ahora mismo las cosas”, manifestó.
Para proteger la salud mental y defender la educación pública, los estudiantes reclamaron un “aumento drástico” de los recursos en salud mental para llegar al menos al 15% del gasto total en salud (actualmente es del 5%) y la creación de miles de plazas de psicología y psiquiatría en la Atención Primaria, en hospitales, y en los colegios, institutos y facultades públicas. “Por una educación sexual, emocional y de prevención de suicidios como parte de los planes de estudio”, exigieron.
El Sindicato de Estudiantes lamentó que recibir atención psicológica en los hospitales públicos “se ha convertido en una carrera de obstáculos, con listas de espera eternas y centros sin suficientes profesionales en salud mental”. “Ante este colapso, nos quieren obligar a desembolsar miles de euros en consultas privadas, para que grandes empresas se forren a costa de nuestro sufrimiento”, criticaron.