España subió once posiciones, hasta el puesto número 23, en el Climate Change Performance Index (CCPI), un índice que monitoriza los esfuerzos en mitigación de la Unión Europea y 59 países de todo el mundo que, en su conjunto, representan el 92% de las emisiones globales, publicado ayer en el contexto de la COP27 celebrada en Egipto, a la que acudió Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
España obtuvo así la calificación de “rendimiento medio” en las cuatro categorías que analiza el CCPI: política climática (puesto 17), renovables (30), uso de la energía (21) y emisiones de gases efecto invernadero (21). Aunque los expertos valoraron positivamente la aprobación en 2021 de la Ley del Cambio Climático, criticaron la ausencia de un compromiso gubernamental para eliminar las subvenciones a los combustibles fósiles. Además, exigieron que España incluya la participación de la sociedad civil en proyectos de energías renovables para una transición justa en el país.
La crisis energética desatada tras la invasión de Ucrania por Rusia demuestra claramente cómo el mundo sigue dependiendo de los combustibles fósiles, según el informe, elaborado por Germanwatch, NewClimate Institute y Climate Action Network (CAN). No obstante, hay países que sí adoptaron medidas ambiciosas en materia de mitigación (reducción de emisiones) y desarrollado rápidamente la eficiencia energética y las renovables, añaden.
La buena noticia es, según los expertos, que en los últimos años, países como Chile (sube del puesto nueve al seis), Marruecos (que escala un puesto, hasta el siete) e India (sube del diez al ocho) obtuvieron sistemáticamente buenos resultados en el índice y se están acercando a países líderes como Dinamarca y Suecia (puestos cuatro y cinco).