La bioquímica, investigadora y Premio Princesa de Asturias en 2021 Katalin Karikó, creadora de una de las vacunas contra el covid cree que la técnica del ARN mensajero (ARNm) utilizada para las vacunas contra el coronavirus es “asequible y barata” para abordar enfermedades intratables hasta ahora como los casos más agresivos de cáncer.
Karikó, que recibe hoy en Madrid el galardón Lección Conmemorativa Jiménez Díaz que la Fundación Conchita Rábago concede a investigadores destacados en la Medicina y la Biología, explicó que los estudios realizados hasta ahora contemplan el potencial del ARNm para la esclerosis múltiple y enfermedades raras.
El ARNm es un mecanismo que enseña a las células del propio organismo a pelear contra las enfermedades, y producir proteínas para la prevención y tratamiento de muchas patologías.
Las investigaciones de Karikó se centran desde hace más de dos décadas en buscar mejores tratamientos para el cáncer y las enfermedades cardíacas, pero la llegada del covid cambió sus planes, que se focalizaron en desarrollar un vacuna para combatirlo desde los laboratorios de ModeRNA(acrónimo de ARN modificado) de los que es cofundadora y de BioNTench.
Ahora, la científica vuelve a ocupar sus investigaciones en cómo lidiar contra el cáncer y mejorar las tasas de supervivencia. “Desde las últimas dos décadas todos los esfuerzos en el campo de las terapias con ARNm se centran en la inmunización para combatir el cáncer y enseñar a las células del sistema inmunitario, a reconocer y eliminar las células cancerosas”, explicó. Con esas investigaciones, dijo, se consiguió retrasar la aparición del tumor después de la extirpación quirúrgica, especialmente en el melanoma y los tumores de páncreas.
Otro de los aspectos que interesan a Karikó es tratar con las terapias de ARNm las enfermedades neurodegenerativas: “Es un gran desafío ya que en muchos casos no se comprende el mecanismo molecular de la enfermedad”, precisó. Respecto al cáncer, Karikó admitió que hoy las mayores supervivencias libres de recurrencia se consiguen cuando el tumor no está en fase metastásica y puede operarse quirúrgicamente.
La investigadora recordó que Moderna tiene ensayos clínicos de tres vacunas experimentales de ARNm contra el VIH.
Karikó compartió que encontrar una vacuna contra el VIH es un desafío científico abrumador, pero el éxito de las del covid, seguras y eficaces, dan la oportunidad de saber si la tecnología ARNm puede obtener resultados similares contra este otro tipo de infección. Según estos ensayos, cada una de estas tres vacunas experimentales codifica proteínas estabilizadas diferentes pero muy parecidas para inducir una respuesta inmunitaria.
Karikó está convencida de que las vacunas basadas en ARN m se podrán distribuir en condiciones de igualdad en todo el mundo, dado que harán el medicamento asequible.
Además de los ensayos clínicos para la vacuna del VIH, Moderna también tiene ensayos para las enfermedades raras, ya que aunque son patologías infrecuentes hay más de 7.000 en el mundo y 300 millones de afectados.
Asimismo, la compañía prevé tener lista en 2024 la primera vacuna preventiva contra el virus respiratorio sincitial para mayores de 60 años, dado que uno de los objetivos de Moderna es actuar contra uno de los virus respiratorios más frecuentes y graves para los extremos de la pirámide poblacional.