Vive un verano menos tóxico: las claves para una vida saludable

Vive un verano menos tóxico: las claves para una vida saludable
La alimentación saludable es clave para llevar un estilo de vida óptimo

Una alimentación sana, la reducción de plásticos en la vida diaria y el menor uso posible de productos químicos son las claves fundamentales del 'Decálogo para un verano menos tóxico' elaborado por la plataforma ambiental Hogar sin tóxicos para proteger a la sociedad de riesgos "en muchas ocasiones fácilmente prevenibles". En lo que respecta a la alimentación, recomienda consumir frutas y verduras con certificación ecológica y por tanto libres de residuos de pesticidas, así como limitar el consumo de alimentos de latas de conserva para evitar la exposición a sustancias perjudiciales como algunos bisfenoles.

 

También, limitar los cocinados a temperaturas excesivamente elevadas, fritos y ahumados, incrementando en cambio la ingesta de alimentos frescos, no procesados, en lugar de las grasas saturadas de origen animal ya que éstas contienen "muchos contaminantes orgánicos persistentes" con efectos negativos que tienden a acumularse especialmente en ellas.

 

De la misma forma recomienda cautela, sobre todo en casos de embarazo, lactancia e infancia hasta los diez años, con el consumo de algunas especies de pescado como el emperador, el tiburón, el atún rojo y el lucio porque "pueden acumular niveles elevados de contaminantes persistentes como mercurio y PCBs (policlorobifenilos)" pese a ser también ricos en ácidos grasos omega 3 y otras sustancias beneficiosas: por ello sugiere consumir mejor especies más pequeñas como la sardina, la dorada o el boquerón.

 

Plásticos y químicos

En cuanto al plástico, a la hora de hidratarse es mejor evitar las botellas de este material así como, en las comidas, los "tupper" -sustituyéndolos por otros de vidrio o acero inoxidable- ya que con el calor y sobre todo en el caso de alimentos grasos la comida podría acabar contaminada con sustancias perjudiciales.

La plataforma cita a la Agencia de Protección Ambiental de Dinamarca, quien advirtió de la presencia de hasta 132 sustancias o grupos de sustancias tóxicas en los plásticos.

 

También es importante la reducción de químicos, por ejemplo en "el uso y con frecuencia abuso" de insecticidas sintéticos domésticos, que puede conllevar "efectos colaterales indeseados" ya que algunos de estos compuestos, incluso "a veces a muy bajas concentraciones", aumentan el riesgo de padecer problemas de salud. Por ello propone recurrir a tácticas preventivas y barreras físicas, desde la instalación de mallas mosquiteras en las ventanas hasta el uso de plantas que crean un ambiente desagradable para ellos como la albahaca, el romero o el tomillo.

 

Y al tomar el sol, la exposición durante mucho tiempo requiere una crema protectora, aunque Hogar sin tóxicos recuerda los estudios científicos que "vienen alertando desde hace mucho" de que algunos de estos productos pueden contener sustancias disruptoras endocrinas, por lo que insiste en la necesidad de "seguir los consejos de las autoridades sanitarias" y no exponerse en exceso, "en especial en las horas centrales del día". Además, las cremas pueden contaminar también ríos y mares y de hecho existen informes científicos que han detectado filtros solares como la benzofenona 3 u oxibenzona en los huevos de las aves del Parque Nacional de Doñana.

 

Finalmente, el decálogo sugiere simplificar las tareas del hogar y reducir el uso de productos de limpieza convencionales porque algunos pueden contaminar el entorno doméstico con formaldehidos, alquifenoles y otros posibles tóxicos, sustituyéndolos por otros con certificación ecológica o bien por jabón natural, vinagre, bicarbonato y limón.

Vive un verano menos tóxico: las claves para una vida saludable

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