La vivienda atenaza a muchas familias

Para aquellas familias con menos ingresos la vivienda se ha convertido en un gran pozo sin fondo en los últimos tiempos. Estas familias invierten más de seis de cada 10 euros en  gastos de vivienda, suministros y alimentación .Tres millones de hogares quedan además por debajo del umbral de la pobreza severa una vez pagados estos gastos básicos De este modo se desequilibra la economía de millones de familias en nuestro país, tal y como se refleja el informe “Ingresos y gastos: una ecuación que condiciona nuestra calidad de vida”, del que nos hacemos eco.


En una reciente encuesta se da cuenta de las tremendas penurias que tienen que pasar millones de familias que no pueden mantener su vivienda a una temperatura adecuada .El aumento de los que padecen este tremendo problema es escalofriante: 189% .Se señala también que el gasto en electricidad aumentó un 82%, y el de los  combustibles líquidos para la calefacción 180%.


La vivienda es uno de los más grandes problemas con los que se enfrenta una familia. Hoy son necesarios cerca de ocho años de renta bruta anual para comprar una vivienda .Una tensión económica que también se ve reflejada en esos hogares que viven de alquiler. El pago del alquiler supone más del 60% de la economía familiar, algo que afecta a más  de un millón de hogares.


Lo más alarmante de los datos que emanan de los trabajos de campos en forma de encuestas y sondeos, indican que  más de cuatro millones de familias  viven en pisos compartidos, cedidos sin contrato en vigor o en situación de desahucio y total precariedad. El aumento registrado de los que se encuentran en esta situación supera el 30% lo que en datos cuantificables son más de cinco millones de familias. 


Somos conscientes de que la vivienda es uno de  los grandes desafíos de nuestro tiempo en todo lo relativo a poder disponer de una en condiciones dignas y a precios asequibles que no destroce el equilibrio financiero de los hogares.


Desde diversos sectores, sobre todo los que aglutinan a organizaciones que trabaja en el campo de lo social y por el bienestar de las personas, se han  presentado una serie de propuestas o medidas para conseguir de las entidades con responsabilidad en  el tema, acciones efectivas de intervención para garantizar el acceso a una vivienda digna, adecuada, y en condiciones económicas que puedan soportar la mayoría de los hogares. Medidas que tienen que ir de manera  principal y efectiva por aumentar las viviendas sociales y que la mayoría de las personas puedan acceder a ellas a través de un alquiler adecuado, a precios accesibles.


Para poder desarrollar estas iniciativas es necesario disponer y planificar políticas de empleo y abordar la precariedad laboral desde una perspectiva integral. En todo este camino, en todo este itinerario de mejoras, se debe planificar que los ingresos deben ser justos y que reflejen de manera adecuada su contribución a la sociedad. Y ello debe tener su punto de actuación  en una planificación de políticas de empleo destinada a esos  colectivos con un acceso más complicado al mercado laboral, para lo que se tendrá  muy en cuenta la situación personal y familiar de los que demandan este tipo de iniciativas.


La vivienda, desgraciadamente, sigue atenazando a muchas familias. En el horizonte no se vislumbran soluciones por parte de los que tiene competencias en  la materia.

La vivienda atenaza a muchas familias

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